La indagación en temas de corte gnóstico y espiritual, como eje de sus planteamientos, se observa en Allen desde sus primeros proyectos. En este caso nos ofrece inquietudes en la práctica de los viajes astrales, que algunas veces se realizan conscientemente y otras no, pues ocurren cuando las personas duermen. Esto implica la posibilidad de realizar un desdoblamiento y salir del cuerpo físico, de modo que la energía vital = alma con consciencia mental pueda salir a viajar por otros lugares y dimensiones del cosmos, unida por un hilo de plata al cuerpo y al espíritu que se encuentra en otro plano más elevado, también conocido como “yo-superior”.

La experiencia del viaje astral se encuentra registrada en la historia, enmarcada mayoritariamente por acciones ceremoniales, como las costumbres indígenas desde el norte hasta el sur de América, mediadas por ritos chamánicos en ceremonias que se aprecian también en nuestras culturas originarias y que se experimentan hasta hoy, como los rituales con bebidas psicotrópicas.

También encontramos estas prácticas en culturas ancestrales de Occidente, como los celtas, egipcios, griegos, romanos, etc., quienes registran, desde tiempos antiguos, sucesos de este tipo en sus cuentos, leyendas y mitologías.

Asimismo, podemos encontrar estudios científicos de antropología y psicología al respecto, ya que no ha dejado de ser un tema de interés para nuestra civilización, tanto a nivel de investigación académica como de prácticas en el ámbito de lo metafísico y paranormal; sin contar con la fascinación que ha ejercido para el ámbito de la literatura y el arte, debido a todos los aspectos que abarca entre el imaginario y las experiencias de conocimiento, en donde se incluyen los peligros de dejar el cuerpo físico y que este sea tomado por otras entidades, generalmente oscuras, en el momento de la excursión álmica, hasta que se puedan perder o demorar demasiado en el viaje de regreso al cuerpo y este muera.

Las situaciones que se pueden recrear en el campo de las ideas son infinitas con el tópico de las travesías del doble etérico, que funciona como excelente caldo de cultivo para la creación artística, situación que la artista en esta muestra ha sabido utilizar con gran acierto.

Así, Ladd nos invita con esta exposición a la experiencia de un viaje libertario de reconocimiento del ser, partiendo de nuestra mente hacia los confines del universo y sus dimensiones en total reconexión.